La inserción laboral es... ¡verde!
La foto es de andrea quixtán en Flickr
Por: EsPosible
En España hay casi cuatro millones y medio de personas discapacitadas. Los centros especiales de empleo contratan a la mayor parte y el empleo verde empieza a ser considerado un sector muy idóneo sobre todo para personas con discapacidad intelectual.
El empleo verde para personas con discapacidad, fundamentalmente intelectual, se ha convertido en los últimos años en campo importante de creación de empleo, así como un medio con muy buenos resultados en el desarrollo de las capacidades de la persona y de integración social. Así lo reconocen responsables de organizaciones como COCEMFE (Confederación de Personas con Discapacidad física y Orgánica), FEAFES (Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental) o AFEM, asociación patronal que pertenece al movimiento asociativo FEAPS que defiende los derechos de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y de sus familias.
Trabajos de limpieza de cauces y restitución de la riqueza natural del río, de recogida de cartón, de reciclaje de aceite o de conservación de espacios protegidos son algunos de los ejemplos que ponen de manifiesto las nuevas posibilidades que se abren para conjugar la calidad en el servicio y la integración laboral de las personas con discapacidades.
La excesiva reiteración de imágenes de personas con distintos grados de discapacidad haciendo siempre lo mismo en tareas rutinarias y poco creativas ha podido convertir en un tópico el que estas personas no puedan hacer otra cosa. Y la realidad es que, en muchos casos, tienen variadas opciones para desarrollar sus habilidades.
Aunque no existen estadísticas oficiales sobre el empleo verde y la discapacidad, todas las fuentes consultadas recalcan que se trata de un sector en auge aunque, como todos, tiene que sortear la crisis que afecta al empleo y del que se resienten también las empresas y asociaciones relacionadas con la discapacidad.
Milagros es una mujer de 43 años. Lleva trabajando seis años en un centro especial de empleo, dependiente de la Fundación Rey Ardid de Zaragoza. Cobra un sueldo y trabaja en una singular experiencia consistente en el cultivo de la borraja. Milagros, que ha estudiado también jardinería en los talleres de la Fundación, sabe que su actividad redunda en los demás. Mientras limpia afanosamente las borrajas en las dependencias junto al Ebro en la localidad de Pastriz sabe que la oportunidad de estar ocupada y ganar un sueldo le permite llevar una vida más independiente y variada.
Y para el ejercicio de esta actividad, la herramienta prevista por la ley y a la que se acogen las organizaciones relacionadas con los colectivos con discapacidades son los centros especiales de empleo. Son empresas de economía social que realizan un trabajo productivo y remunerado para sus trabajadores, participando regularmente en las operaciones del mercado. Su finalidad es asegurar un empleo remunerado a personas con discapacidad y la prestación de servicios de ajuste personal y social que precisen sus trabajadores con discapacidad.
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