Comunicadores sociales ¿creamos un lobby?

La foto es de Sarah Smith-Sell en Flickr
Por: Lidia Ucher/CanalSolidario.org


Más allá de los medios de comunicación generales, hay otras formas de difundir y hacer llegar el mensaje de las entidades a la sociedad: medios de ámbito local, medios especializados, las web, los blogs, las redes sociales, etc.

Son algunas de las conclusiones del apuntadas en la mesa sobre el tercer sector social en la sociedad relacional (página 23 y ss.) del Segón Congrés del Tercer Sector Social de Catalunya.

En la misma línea, se insistió en la importancia y efectividad de seguir trabajando por desarrollar las herramientas de comunicación, sensibilización y difusión que las mismas entidades tienen (la página web, los boletines de información, encuentros presenciales…) y apostar por las tecnologías de la información y las comunicaciones como recurso de difusión (blogs, redes sociales,…).

 

Una de las claves de éxito que identificamos para una relación eficaz con los medios de comunicación es la de ‘Cooperar amb altres entitats i treballar en xarxa per a poder arribar de manera més eficaç als mitjans’ (cooperar con otras entidades y trabajar en red para poder llegar de manera más eficaz a ellos).

Pese a lo obvio de estas claves y lo interiorizado que lo tenemos muchos y muchas, un año después de la celebración de este Congreso, organizado por la Taula d’entitats del Tercer Sector Social de Catalunya (miembro de EAPN, European Anti Poverty Network), seguimos reflexionando sobre nuestro trabajo como ‘comunicadores sociales’ desde el Tercer Sector en un mundo que cambia rápido y que plantea nuevos retos cada día.

Al hilo de este balance, rescatamos estos días un informe del Parlamento Europeo que reconoce los medios del Tercer Sector como ‘medios para fomentar el pluralismo y la diversidad cultural’. Según nos recordaba Tíscar Lara, entre las recomendaciones aprobadas, se abre el camino a su reconocimiento legal, la distribución de frecuencias y la posible financiación por parte de la Unión Europea:

‘Los recursos financieros de los TSC (Tercer Sector de la Comunicación) varían mucho, aunque en general son bastante escasos. La financiación de la UE puede representar una importante fuente de ingresos. Debido a que el sector es heterogéneo y a que las subvenciones de los TSC son generalizadas, el sector puede beneficiarse de diversas fuentes de financiación comunitaria, como el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el Fondo Social Europeo, el Programa de aprendizaje permanente, etc.’

No sabemos en qué ha quedado esto, lo cierto es que en este intenso 2010 (Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social), que desde la Unión Europea se plantea el reto de la comunicación para cambiar la percepción sobre la pobreza sólo tenemos claros un pro y muchos contras:

Pros:

>> Excelentes profesionales que se vuelcan en que la comunicación en el Tercer Sector funcione y entusiasmadores nuevos medios.

Contras:

>> Escaso trabajo en red y poca coordinación para una comunicación eficaz de todos y todas.

>> Escasa concienciación de la capacidad transformadora de la comunicación social.

>> Escasa confianza (por llamarlo así) en que los y las comunicadores y comunicadoras tenemos criterio serio y propio y podemos hacer cosas interesantes desde y en pro del Tercer Sector.

Es decir, que lo de otro mundo es posible no nos lo acabamos de creer y, así, difícilmente lo cambiaremos. O nos lo tomamos más en serio… o seguiremos trabajando offline, unilateral, unidireccional, uno-punto-cero, unimedia y hacia atrás. Nos duele especialmente que nuestro entusiasmo, capacidad y criterio se quede en cada una de nuestras mesas de trabajo, porque aunque siempre nos quede la Red, hace falta sentarnos con nuestros ‘portavoces’, y explicarles mejor qué hacemos, para qué, para quienes y por qué.