Fuente CanalSolidario.org
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Es clave para nuestra alimentación, salud, bienestar y desarrollo y, sin embargo, se trata de un recurso limitado, al que no acceden todas las personas por igual. Por eso, el agua es la llave sin la cual no se podrán alcanzar todos los Objetivos del Milenio.
Por ello y por muchas otras razones, el acceso universal al agua potable y al saneamiento es un objetivo íntimamente ligado con la consecución de no uno, sino todos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Las malas condiciones de los servicios de saneamiento, la falta de agua potable y una higiene inadecuada son factores que contribuyen a engrosar la terrible cifra de muertos cada año a nivel mundial. El cambio de saneamiento que ha mejorado, por ejemplo, se ve acompañado de una reducción superior al 30% en la mortalidad infantil.
Alcanzar la meta fijada de reducir a la mitad para el año 2015 el porcentaje de personas que carezcan de acceso sostenible al agua y a unos servicios básicos de saneamiento permitiría evitar unas 470.000 muertes al año y tener unos 320 millones más de días hábiles productivos.
Pero el reto va mucho más allá, porque este logro abriría una puerta hacia el éxito de todos los ODM ya que, sin agua, es imposible alimentar a los 800 millones de personas que pasan hambre; llevar energía doméstica a los 2.000 millones de personas que carecen de ella; evitar, por ejemplo, el millón de muertos que provoca la malaria; enviar a niños –y sobre todo niñas que emplean gran parte de su tiempo en acarrear agua (en un 72% de los casos la labor de acarrear agua recae en las mujeres y niñas)– al colegio… y enseñarles hábitos de higiene que les protejan de diversas enfermedades.
Podéis leer el artículo completo en la web de EsPosible,
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