PESCA INDUSTRIAL DEL ATÚN AMENAZA ECOSISTEMA
El Pacífico sur frente a Papua Nueva Guinea es considerado uno de las áreas con mayor cantidad de peces en el mundo. En la tranquila localidad costera Madang, donde ahora se alinean los cocoteros, está planificada la contrucción de diez grandes fábricas de atún con el apoyo financiero del Banco Mundial. El modo de vida tranquilo de este pueblo, que vive sencilla pero cómodamente, será destruida.
En muy pocos años, la pesca local tradicional se verá seriamente afectada por la pesca industrial. Los indígenas que habitan la región están invadidos por proyectos industriales extranjeros de “desarrollo”: minas, explotación forestal, pesca. La población ni ha sido debidamente consultada, ni ninguno de los beneficios de estos proyectos serán para ellos.
También la empresa filipina RD Tuna quiere invertir. RD Tuna ya tiene fábricas en Papua Nueva Guinea, que han sido criticadas varias veces y algunas cerradas debido a las catastróficas condiciones de salud. Está planificada una zona industrial por 300 millones de dólares (Pacific Marine Industrial Zone, PMIZ) en la costa de Madang. Su objetivo será capturar el atún de la región. Para ello son necesarias las plantas de procesamiento, instalaciones portuarias y almacenes.
En esta situación, será imposible para los lugareños continuar viviendo de la pesca. En las nuevas fábricas sólo habrá trabajo para unos pocos y el Gobierno de Papua Nueva Guinea ya está planificando el asentamiento para la mano de obra barata y no calificada procedente de Asia. El desempleo, ya alto en la región de Madang seguirá aumentando.
Por último pero no menos importante, la explotación de los caladeros podría tener consecuencias catastróficas en el ecosistema regional. Por la sobrepesca industrial y por la pesca ilegal, el atún de Papua Nueva Guinea se agotaría en pocos años.
En junio de 2009 fue la inauguración oficial del proyecto PMIZ. Desde el 15 de octubre, la población local protesta contra la construcción de las fábricas ya que temen por su alimentación, su lugar de trabajo y su entorno.
Más del 75% de la pesca oceánica del mundo está siendo o ya ha sido sobreexplotada. Miles de millones de personas dependen de la proteína de pescado silvestre que capturan, y en el Pacífico y en Papua Nueva Guinea se encuentran algunas de las últimas poblaciones sanas de peces silvestres en el planeta. Muchas de las industrias de Asia y Europa y sus consumidores necesitan ahora los peces del Pacífico, porque su propia pesca se está extinguiendo. La UE es el mayor mercado de atún de la empresa RD. El mercado de la UE es el principal objetivo en Papua Nueva Guinea después de firmado este año un Acuerdo de Asociación Económica (EPA), permitiendo que el Estado libere de impuestos a todo el atún transformado en Papua Nueva Guinea, independientemente de donde se capturen los peces.
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