POR QUE NOS HAS ABANDONADO

                                                                          Capítulo II

 

 

Los Am-Or se dirigieron, en esta ocasión sin excepción, hacia los Nuevos Universos,
sin saber a ciencia cierta que tipo de vida podrían encontrarse. Se sabía que los poderes
telepáticos dejaban de funcionar al atravesar la  barrera dimensional que separaba un
Universo de otro, lo cual no dejaba de inquietar a los jóvenes Am-Or, pues ellos sabían
que la telepatía era una de sus mejores armas en caso de peligrar sus vidas. Mediante ella
podrían neutralizar cualquier tipo de ataque a su persona, o en su caso, como ya había
sucedido en alguna ocasión, podían solicitar la ayuda de cualquier ser vivo relativamente
cercano a ellos y en posesión asimismo del Conocimiento, o en un momento dado podían
pedir ayuda a otro Am-Or no muy distante o incluso al propio Control Estelar, dotado de
gente especializada en desmaterializarse aquí y materializarse allá en cuestión de segundos.
Pero en esta ocasión no podrían contar con semejante ayuda, y ellos lo sabían.
Los rayos del Segundo disco caían  a plomo sobre doce naves tipo Omega, flamantes,
equipadas con los últimos adelantos, formadas en perfecta escuadra ante el Centro Beta.
Los farpelos revoloteaban sobre el plástico de las naves, ahuyentados de vez en cuando por
la aparición de algunos kafinos curiosos, que aparecían y volvían a desaparecer como habían venido.
Un cortejo de Superiores salió de Centro Beta rodeado de una escolta de Guardianes,
les seguían los jóvenes Am-Or y un grupo de Técnicos y Ayudantes. Numerosos Moradores
se acercaron a la orilla del estanque de fluído que rodeaba Centro Beta, atraídos por tanta
vibración y esperaron expectantes sentados en las crapias.
Los Superiores iniciaron la Oración Mental que precede a este tipo de actos e inmediatamente
fueron seguidos por  el resto del cortejo, incluidos los Am-Or.