El Vídeo lo tomé prestado de You Tube
Un apacible pueblo llamado Taji. Todo gira en torno a los delfines. Barcos con forma de delfín, un museo dedicado a los cetáceos, peluches con forma de delfín, disfraces de delfín... A simple vista todo parece amor y devoción por estos mamíferos.
Pero esta bahía parece sacada de la mente del mismísimo Stephen King. Resulta que Taji es el mayor exportador de delfines para delfinarios del mundo. También es conocido por exportar carne de ballena y de delfín. De hecho, los comerciantes del lugar regalan carne de este cetáceo a los colegios para que los niños la desayunen.
Sin embargo, lo que no se sabe es que cada año los pescadores de la zona acorralan a los delfines menos aptos para los delfinarios y los aniquilan brutalmente en una cueva secreta , de ahí el título de la cinta.
Con la premisa de descubrir al mundo esta barbarie, este viernes se estrena, con Ric O'Barry al frente, el documental 'The Cove', ganador de un Oscar en la pasada edición de los premios de la Academia de Cine estadounidense. Ric es uno de los primeros entrenadores de delfines del mundo, fue el entrenador de la serie Flipper en los años sesenta y ostenta el triste honor de ser el creador de la industria de los delfinarios.. Era rico y famoso, pero su vida cambió cuando Flipper se le suicidó en sus brazos.
Resulta que el delfín es el único animal, aparte del hombre, capaz de suicidarse, pues pueden dejar de respirar voluntariamente. Fue entonces cuando O'Barry se dio cuenta de que estos mamíferos no pueden vivir en cautividad y se arrepintió de todo lo que había hecho hasta el momento.
"Los delfines viven muy deprimidos en esas piscinas de cemento, la famosa 'sonrisa de delfín' (la mueca eterna de estos mamíferos) es una gran hipocresía macabra" señala este activista, que desde hace 35 años lucha por destruir la industria que él mismo creó.
Estreno prohibido en Japón
Louie Psihoyos es el realizador de este espeluznante documental. Este director de fotografía da National Geographic decidió viajar junto a Ric a Japón para grabar la masacre. Con un equipo semimilitar de cámaras camufladas, llegaron a Taji, donde fueron muy mal recibidos.
"Pasamos mucho miedo durante la filmación, nos vigilaban constantemente y ahora mismo temo por mi vida, pero no me rendiré", dice O'Barry, que amenazado por la Yakuza (mafia japonesa), viaja a Japón siempre con guardaespaldas y chaleco antibalas.
La película se iba a estrenar este mes en Japón, pero las amenazas de una gran minoría radical han parado la 'première'. "Estos radicales dicen que 'The Cove' es un ataque racista contra la tradición nacional, y han amenazado a la familia del distribuidor en Japón para que de marcha atrás con el estreno". Resulta inquietante que "el propio Gobierno de Japón esté también en contra de esta proyección", asegura Ric.
Recordemos que Japón es de los pocos países (junto con Islandia y Noruega) que tienen permitida la caza de ballenas. Gran parte de estas capturas se realizan con el pretexto de fines científicos. Pero en palabras de O'Barry, de fines científicos nada. Por eso, bajo ese pretexto, matan a los delfines para vender su carne como si fuera de ballena.
También discrepa del argumento de 'muerte al instante y sin dolor' de estos animales que proclama el Gobierno nipón. "Los matan de manera cruel e indiscriminada", y eso es precisamente lo que podemos ver en el filme. El agua de la bahía de Taji se tiñe literalemente de rojo mientras los mamíferos emprenden una desesperada huida por salvar sus vidas, pero no hay escapatoria.
Esta preciada grabación ha servido para que muchos altos cargos del gobierno Japonés se retracten de sus palabras e incluso dimitan al demostrar O' Barry que "no todo es tan bonito como lo pintan".
"Hay que parar este masacre, acabar con los delfinarios, y la única forma es que la gente deje de comprar entradas para ver estos espectáculos lamentables", clama desesperadamente Ric.
Carne contaminada con mercurio
"Comer carne de delfín es como comer carne podrida", sentencia el director de la cinta. Esta es la segunda línea argumental de 'The Cove', que también demuestra que la carne que comen los niños en los colegios y la que cualquiera puede comprar en los comercios, está altamente contaminada con mercurio. En concreto 2000 veces por encima de la cantidad permitida por la Organización Mundial de la Salud.
Ric y su equipo han conseguido reunir ya casi un millón de firmas a través de www.savejapandolphins.org y www.takepart.com/thecove de personas que, tras ver el documental, han querido sumarse a la causa. También diversas organizaciones como Greenpeace apoyan el proyecto.
O'Barry afirma que su único objetivo antes de morir es acabar con esta industria: "Tenemos que conseguir que los japoneses conozcan esta historia, no saben nada sobre esto y estoy seguro de que vamos a cambiar esta situación". Por su parte, el director de 'The Cove' confía firmemente en la misión de Ric, a quien califica de "auténtico héroe".
El documental se ha convertido en asunto de Estado en Japón y este viernes se estrena en España, "el país con mayor tasa de delfines en cautividad de Europa", según Ric. Preguntado por su próximo proyecto, este activista de 70 años se muestra firme: "No pienso más allá del proyecto 'The Cove', tengo que destruir este horror", concluye con voz entrecortada.
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