ASESINADOS POR DEFENDER LA SELVA ECUATORIANA
En Ecuador, las dos empresas Botrosa y Endesa del grupo empresarial Durini de fabricantes de madera contrachapada, son sinónimo de deforestación de la selva tropical. Después de más de 40 años de tala continua, la provincia anteriormente verde de Esmeraldas ha sido en su mayor parte deforestada. La forma de vida tradicional de las comunidades indígenas y negras quedó arruinada. Los medios de subsistencia de los pequeños agricultores fueron destruidos, al igual que buena parte de la diversidad de especies.
Pero José Aguilar no se dio por vencido y siguió defendiendo el bosque y sus derechos valientemente. Con acusaciones ficticias, la empresa de madera contrachapada criminalizó al campesino. Ahora fue silenciado para siempre. Unos días antes del asesinato de José Aguilar y su esposa Yola Garofalo, la radio La Luna en Quito emitió su dramático testimonio. Entre lágrimas, el agricultor relataba cómo el 25 de Octubre 2000 permaneció secuestrado durante tres días y fue torturado hasta que firmó una declaración en la que cedía su tierra a la empresa Botrosa. Junto con otros seis vecinos fue desalojado de los bosques.
Ya en 1997, la organización Acción Ecológica pudo demostrar que Botrosa estaba deforestando el bosque El Pambilar, que pertenece al Patrimonio Forestal del Estado (Bloque 10). En los años siguientes, la compañía se apropió de 3.400 hectáreas de tierras ilegalmente y comenzó a establecer plantaciones forestales industriales. Donde antes se desbordaba la naturaleza salvaje, ahora sólo existen árboles industriales de crecimiento rápido en fila y en orden.
En 2002, el Tribunal Constitucional ecuatoriano sentenció que Botrosa se apropió la tierra de forma ilegal, y que debía devolverla. Pero las autoridades competentes permanecieron pasivas. No en vano, el Grupo Durini pertenece a una de las familias más poderosas del Ecuador y Roberto Peña Durini era entonces ministro de Comercio Exterior e Industria. En noviembre de 2009, el caso fue reabierto en la Asamblea (parlamento). Tras el fallo de otro juez, las tierras debían ser devueltas al Estado hasta el 4 de marzo 2010.
No muy lejos de El Pambilar hay otra plantación de madera de la misma empresa. Las 8.400 hectáreas de la plantación Río Pitzara llevan desde abril de 2006 el sello de la asociación Forest Stewardship Council (FSC). El sello fue concedido por “manejo forestal responsable” siendo GFA Terra Systems con sede en Hamburgo (Alemania) la empresa certificadora para el sello FSC. La certificación de estas plantaciones por parte de GFA fue como un bofetón en el rostro para las decenas de miles de pequeños agricultores de Esmeraldas, cuyos bosques fueron robados y talados por Endesa Botrosa. Dieciocho meses más tarde (el 27. Nov. 2008) el sello FSC le fue retirado a Endesa Botrosa, al ser encontrado un pesticida prohibido en la plantación. Y un año más tarde (el 21. Diciembre 2009) se le devolvió.
De manera ininterrumpida circulan camiones pesadamente cargados con los gigantescos troncos procedentes de las últimas selvas desde la costa ecuatoriana ein dirección a la sierra andina, donde en la capital ecuatoriana tienen ambas empresas sus fábricas de madera contrachapada. Cerca del 70% de las tablas de contrachapado producidas por Endesa-Botrosa se exportan bajo la marca “Sandeply”, especialmente a los Estados Unidos. Allí, los clientes compran los productos certificados FSC víctimas de este engaño y con la conciencia limpia. Para la madera tropical con el sello FSC también hacen publicidad grandes organizaciones ambientales como el WWF, BUND y Nabu.
Por favor, escriba a las autoridades competentes en Ecuador y exija el esclarecimiento intachable del asesinato del defensor de la selva y de su esposa, así como la devolución de los bosques ilegalmente apropiados por Botrosa y que se detenga la destrucción para la industria de madera contrachapada de los pocos bosques tropicales que quedan en la zona.
Más información sobre el caso:
Aquí pueden ver el video acerca de la tala por parte de Endesa-Botrosa y los conmovedores testimonios de José Aguilar y otros campesinos.
A pesar del gran número de este tipo de casos, las grandes organizaciones ambientales defienden y apoyan el FSC. Conzca aqui el estado de la discusión sobre el FSC en Alemania.
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