LA GOTA QUE COLMA EL VASO
Fuente: Amnistía Internacional
El gobierno de Israel ha admitido por fin que utilizó fósforo blanco en los bombardeos sobre Gaza de hace un año. El fósforo blanco provoca horribles quemaduras, contamina los órganos vitales y puede causar la muerte. Por eso, su uso contra civiles está totalmente prohibido.
La noticia, que sin embargo el ejército israelí niega, no nos ha pillado por sorpresa. Amnistía Internacional ha denunciado repetidamente el uso de la sustancia ilegal en los bombardeos de enero de 2009 sobre Gaza, alertando de que su empleo en zonas densamente pobladas constituye un “crimen de guerra”.
La última ofensiva israelí en Gaza, en respuesta al lanzamiento de cohetes por grupos armados palestinos, dejó 1.400 muertos en el lado palestino y 13 en Israel. No es casualidad que la mayoría de las víctimas fueran hombres, mujeres y niños que no tenían nada que ver con la contienda: los ataques israelíes fueron desproporcionados e indiscriminados.
La destrucción de las infraestructuras palestinas también fue descomunal – cientos de fábricas, escuelas, hospitales y viviendas arrasadas o dañadas severamente – y el bloqueo israelí que siguió todavía ha empeorado la situación: 1,4 millones de palestinos viven hoy atrapados en la extrema pobreza en Gaza.
¡No podemos aceptar que el ejército israelí ataque a civiles y que no pase nada! No vamos a parar hasta que consigamos que el Gobierno de Israel respete los derechos humanos de la población palestina.
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