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El Saloncito de Ross

REDES POR LOS DERECHOS DE LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR.

REDES POR LOS DERECHOS DE LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR.

"Sin nosotras no se mueve el mundo"

El Instituto Internacional de Investigación y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (UN- Instraw) organizó en el marco del proyecto `Construyendo redes: mujeres latinoamericanas en las cadenas globales de cuidado´, unas jornadas que reunieron asociaciones de migrantes, movimientos de mujeres, gobierno y sindicatos para discutir y hacer propuestas en un diálogo político en torno a la reforma del régimen especial de empleo de hogar, con especial énfasis en la situación de las empleadas de hogar migrantes

Las Jornadas se dividieron en tres sesiones que se celebraron los días 23 y 24 de octubre y el 17 de noviembre en el Museo Reina Sofía de Madrid. El objetivo final de este proceso de debate público era triple:

- Visibilizar la importancia de los cuidados como base invisible del sistema socioeconómico y la necesidad de un cambio de régimen para el empleo de hogar.

- Abrir un diálogo que ponga el cuidado y su relación con la migración en el centro de los debates políticos, tanto al nivel de las organizaciones de base como de las agendas políticas institucionales.

- Apoyar y fortalecer procesos de reivindicación en relación al empleo de hogar que ya se encuentran en marcha en nuestro país y construir, al mismo tiempo, nuevas alianzas.

En España, el 60% de las trabajadoras del hogar proviene de América Latina, según indica Amaia Pérez Orozco, experta de UN- Instraw. Orozco es la autora de un estudio que se lanzó recientemente sobre las cadenas globales de cuidado, de las que indicó en una entrevista a Naciones Unidas, que "se refieren a las redes de mujeres a lo largo del mundo que se transfieren cuidados de unas a otras. Redes de mujeres que resuelven las necesidades de cuidado que están conectadas atravesando fronteras".

“Una mujer española que se inserta en el mercado laboral que a su vez se ve obligada a contratar a otra mujer para que ocupe su lugar en el hogar, por ejemplo cuidando a sus hijos. A su vez los hijos de la mujer que está cuidando a los hijos de la española en el mercado laboral, ha podido dejar a sus hijos en su país de origen a cargo de otra mujer, que en general suele ser de la familia", explicó.

Este informe intenta evaluar el impacto de la formación de estas cadenas globales de cuidado en términos de desarrollo, interpretando el desarrollo como derechos, según señala Orozco. "El empleo de hogar es donde las mujeres inmigrantes encuentran trabajo, se caracteriza por ser un sector especialmente vulnerable que a menudo tiene una regulación específica discriminatoria, tampoco tiene una prestación por desempleo", añade.

También explica que la OIT está planteando de cara al 2010 elaborar un documento legal que proteja los derechos de las trabajadoras del hogar dentro de la Conferencia Internacional del Trabajo.

"Nuestra intención no era tanto saber qué les está pasando a las mujeres, sino sacar a la luz una realidad que está muy vinculada con la desigualdad de género y que suele ser muy invisible, que es el tema de los cuidados", explica Orozco.

El proyecto `Construyendo redes: mujeres latinoamericanas en las cadenas globales de cuidado´ apuesta por "aprovechar ese contexto que la migración provoca" para llevar al debate social la cuestión de "cómo organizamos los cuidados de una sociedad: quién tiene que cuidar, a quién, a cambio de qué, en qué espacio, el papel que tiene que tener el Estado, los hombres, los hogares...".

Cada año, miles de mujeres dejan sus países en busca de mejores oportunidades laborales y Latifa fue una de ellas, una joven marroquí que forma parte del Grupo Cita Mujeres de Lavapiés y que contó en las Jornadas como ganó una demanda a pesar de no tener papeles.

"Nunca había trabajado de empleada de hogar hasta llegar a España, trabajaba de secretaria en una empresa de construcción y también de dependienta en almacenes. Vine a España buscando un futuro mejor y más libertad como mujer", explica.

"Quería y quiero estudiar pero hasta ahora las largas jornadas de trabajo no me lo han permitido. Cuando llegué lo primero que hice fue aprender español en el Centro de San Lorenzo en Lavapiés donde me uní al grupo Cita de mujeres", señala que dentro del grupo se dan fuerza unas a otras para su nueva vida en España y luchan por sus derechos.

"Cuando empecé a buscar trabajo me di cuenta que para una mujer sin papeles no había otro trabajo que el de interna, y que aun así no era fácil encontrarlo y menos siendo marroquí, porque hay mucha desconfianza hacia nosotras" pero Latifa finalmente consiguió uno en una familia de Toledo donde trabajaba todo el día y donde no cumplían los plazos de pago y le pagaban de menos. Ante esta situación decidió denunciar apoyada por sus compañeras de grupo y ganó la demanda, lo que implicaba los atrasos y el finquito.

"Desde entonces creo que podemos y debemos luchar por nuestros derechos aunque no tengamos papeles, no podemos luchar solas, hay que estar unidas como una piña. Con papeles y sin papeles. Porque sin nosotras no se mueve el mundo”, concluye.

1 comentario

senovilla -

Gracias, y sí soy yo.

Un abrazo y te cojo el rss.