LA NIÑA COJA
Estaba muy nerviosa, nerviosísima, a sus dieciséis años recién cumplidos iba a ser su primer baile, como una presentación en sociedad.
En el instituto dónde cursaba sus estudios no era demasiado “popular”, era más bien una chica tímida y retraída llena de complejos pero tenía algunas buenas amigas que se encargaron de convencerla de que, a pesar de su cojera podía ir con ellas al baile de inauguración del curso.
Su madre, ansiosa de que todo saliera bien no paraba de prepararle la ropa que debía ponerse, al fin y al cabo era solo una niña asustada , pero su madre tenía un secreto que solo ella conocía: el mejor amigo de su hija, Carlos, le había confesado que llevaba toda la vida enamorado de su hija y que no le importaba absolutamente nada que fuese coja.
Carlos vendrá a recogerte para el baile y luego te traerá de vuelta a casa.
Ya lo sé, mamá, ¿por qué crees que estoy tan nerviosa?, ese chico me gusta mucho, siempre me ha gustado, si no fuese coja ya le hubiese dicho algo...
La madre sonrió para sus adentros, nunca había visto a su hija tan nerviosa e impaciente.
Estás guapísima, vas a ser la más linda del baile.
Sonó el timbre, era Carlos que venía a recoger a Bárbara. Se fueron y la madre rezó para que todo saliera bien-
Pasaron las horas y al fin llegó su hija con una enorme sonrisa de oreja a oreja.
Mamá, mamá, ni te imaginas lo que ha pasado, Carlos me dijo que estaba enamorado de mí desde siempre y yo le dije que yo también lo estaba de él así que nos hemos hecho novios, me siento tan feliz que podría volar…
La madre la abrazó con ternura, su hija ya nunca más estaría sola con su cojera.
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